"quien no está conmigo, está contra mi." (Lc 11, 14-23)
Es terrible tener ojos que no quieren ver.
Oídos que no quieren escuchar.
El amor y la alegría que Jesús nos ofrece los tenemos ahí, ante nosotros, a nuestro alcance.
Y nosotros optamos por encogernos de hombros y rehusar su invitación.
Tú no quieres mi neutralidad.
Tú pides que me comprometa decididamente por ti.
Que tome posición por la vida, por la alegría, por la esperanza.
Gracias por querer contar conmigo.
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