martes, 24 de mayo de 2011

¡¡ TIENES UNA CITA !!

LOS PRÓXIMOS 4 Y 5 DE JUNIO

DIA 4
ANTIGUO ELMA EN A POBRA
CONCIERTO SENTIDO
A PARTIR DE LAS 21.00 HORAS


MÚSICA                 CANCIÓN              CONCIERTO
SENTIMIENTO                SENTIDO                     REFLEXIÓN
DIVERSIÓN                        FIESTA


DIA 5
FIESTA DEL CATECISMO
EN LA CUROTA



PALABRA DE VIDA

V DOMINGO DE PASCUA – CICLO A



Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»

Hagamos de Jesús nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.
Esto sólo se alcanza en el “encuentro personal” con Jesucristo. Cristo, en el centro y lo primero del vivir cristiano. Por ejemplo: porque Cristo es camino, imitamos su estilo de vida, sus ideales, su sentir, su sufrir. La moral, los mandamientos vienen en segundo lugar. Porque Cristo es la verdad, vemos la belleza del conocimiento de Dios y la luz que irradia su mensaje, no tenemos miedo y aceptamos las verdades pequeñas de otras culturas. Luego, y siempre después, vendrán las fórmulas de la fe y los catecismos. Porque Cristo es la vida, comemos el pan de vida y bebemos el agua que salta hasta la vida eterna. Después tendrán su exacto sentido el rito, la liturgia, los actos piadosos. Nunca, despreciar nada, pero guardando su orden y su medida: por Cristo, con él y en él.
Ahora nos toca convertirnos, nosotros también, en camino hacia Dios, en resplandor de Jesús para los hombres, que dudan y preguntan. “Que quien me mire te vea”. Por desgracia, este camino puede quedar oscurecido a causa del pecado de los hombres y mujeres de la Iglesia, Pero, incluso así, hemos de gritar a todos que Jesús está por encima de las miserias de sus discípulos, que con él sí hay camino. (cfr. www.ciudadredonda.org)

domingo, 15 de mayo de 2011

EL BUEN PASTOR

En este IV Domingo de Pascua, te presentamos este video, Pescadores de Hombres, queremos resaltar la importencia del sacerdote en nuestras comunidades, el es quien habla de Dios a los hombres, quien le habla de los hombres a Dios.


PALABRA DE VIDA

III DOMINGO DE PASCUA – CICLO A



Lectura del santo evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba.
Por eso añadió Jesús: «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Yo, queriendo llegar hasta vosotros, es decir, a vuestro corazón, os predico a Cristo: si predicara otra cosa, querría entrar por otro lado. Cristo es para mi la puerta para entrar en vosotros: por Cristo entro no en vuestras casas, sino en vuestros corazones. Por Cristo entro gozosamente y me escucháis hablar de Él. ¿Por qué? Porque sois ovejas de Cristo y habéis sido comprados con su sangre (S. Agustín, In Ioannis Evangelium 47, 2-3)

miércoles, 11 de mayo de 2011

PALABRA DE VIDA

III DOMINGO DE PASCUA – CICLO A



Lectura del santo evangelio según san Lucas:

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?»
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?»
Él les preguntó: «¿Qué?»
Ellos le contestaron: «Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.»
Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.»
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.»
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Jesús, compañero de camino, confidente y maestro: tu me sales al encuentro en mis dudas y vacilaciones, en mis desalientos y huidas.
Tu Palabra ilumina mi mente y hace que arda de amor mi corazón. Te doy gracias, y te pido que continúes guando mis pasos por los caminos de la luz y del amor. (José A. Martínez Puche, O.P., Evangelio 2011)

domingo, 1 de mayo de 2011

JUAN PABLO II, ELEVADO A LOS ALTARES

PALABRA DE VIDA

II DOMINGO DE PASCUA – CICLO A



Lectura del santo evangelio según san Juan:

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espiritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre..

Cristo, tú que estabas muerto y ahora vives, concédenos vivir en la novedad de la resurrección.
También a ti y a mí se dirigen las palabras de Jesús “paz a vosotros”, es una invitación a ser constructores de paz, constructores de la nueva civilización, de la civilización del amor – parafraseando a Juan Pablo II, ya desde hoy venerado como Beato de la Santa Iglesia - . Considero que el primer fruto de la paz que Jesús nos desea es el perdón, vive ofreciendo paz, ofreciendo perdón, para ser testigo de la Resurrección de Cristo.