"No busco cumplir mi voluntad sino la de aquel que me envió" (Jn 5, 17-30)
Pasé años intentando ser capaz de pensar por mí mismo.
Hago un esfuerzo enorme para no dejarme manipular por los políticos, por la publicidad y por los vendedores de utopías ilusorias.
Se hace difícil decir que sí a la invitación de Jesús para una entrega total a la voluntad del Padre.
Tendré que pasar más tiempo con Jesús para descubrir como lo hace Él.
Jesús, lo que tu nos propones es una experiencia única y provocadora:
Tú abres nuestra fragilidad insegura a la ternura poderosa de Dios.
Tú nos haces entrar en la intimidad de Dios.
Tú nos hacer respirar la paz y el amor que nacen de Él.
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