jueves, 20 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



Nadie es tan pobre que no pueda dar amor.

La parábola evangélica del rico Epulón y del pobre Lázaro ocupa hoy lugar privilegiado en la liturgia de la palabra y prepara nuestro corazón para ir a la mesa eucarística en actitud pobre y humilde, contrita y arrepentida.

Tratar de vivir como “rico Epulón”, rodeado de placeres y dinero en esta vida, y esperar que “en el más allá” nos hayan reservado y nos sirvan placeres nuevos, es pretender burlarse de Dios, de sus juicios, de sus hijos, de la vida misma. 

No seamos fantasiosos egoístas. Pensemos seriamente que hemos de programar horas del discernimiento para revisar lo que hacemos día a día. Y a la hora de tomar opciones radicales veremos que la balanza se inclina o por elegir y comprometerse a vivir con Cristo en nuestra historia personal o actuar de forma que renunciamos a Él rindiéndonos a la atracción de otros imanes poderosos.  

Es decir, o decidimos ser hombres cargados de interioridad, limpia, espiritual, o sucumbimos a las pasiones y caprichos del hombre exterior, carnal, egoísta, autosuficiente. Si el primer tipo de hombre se llama Lázaro, el segundo toma el nombre de Epulón. 

Epulón, es  extremo de materialista, egocéntrico, falto de horizonte espiritual, insensible a personas de su contorno, cerrado a gestos de gratuidad que le vinculen con los necesitados.  

Lázaro, es el extremo del desposeimiento de sí mismo, del verdadero pobre de espíritu que pone su riqueza en hacer ricos a los demás, no materialmente sino:  
-dando unos minutos al servicio de caridad, solidaridad, afecto, animación, cuando para sí mismo no lo tiene; 

-dando ánimo a quien se siente turbado, cuando él mismo amanece desanimado...

CALENDARIO DE CUARESMA

HAZ LAS PACES


Haz las paces
contigo
y con quien no
te encuentres en paz


jueves, 13 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



“Pedid y se os dará”.

La insistencia con la que Nuestro Señor pide que nos acerquemos a la oración para que se nos dé; que nosotros lleguemos a Él para encontrarlo, es una insistencia que requiere del corazón humano, una grandísima fortaleza interior, una gran tenacidad. Esa tenacidad para que pidamos y se nos dé, se ve muchas veces probada por las circunstancias, por las situaciones en las que nos encontramos.

Jesús habla de que pidan y se les dará, pero no nos dice si será pronto o tarde, cuando se nos dará. No nos dice si vamos a encontrar al primer momento en que empezamos a buscar o va a ser una búsqueda larga. No nos dice si la espera va a ser corta o se va a dilatar mucho. Simplemente nos dice que toquemos, que pidamos, que busquemos con la certeza de que vamos a recibir, vamos a encontrar y de que se nos va a abrir. Tener esta certeza, requiere en el alma una gran fortaleza interior, una gran firmeza interior.

Sin embargo, esto no es solamente una obra de Dios. Es importante el hecho de que Dios quiera que nosotros construyamos esta firmeza interior, pero también a nosotros nos toca actuar. Es obrar de Dios y obra nuestra. La Cuaresma es un período especialmente señalado para indicar esta obra nuestra en la obra de Dios. La obra nuestra en la tenacidad, en la constancia hasta conseguir que Dios N. S. nos abra, nos dé y nos encuentre.

¿Qué hay que hacer para esto? La Cuaresma nos habla de una penitencia que hay que realizar, de una oración en la que tenemos que insistir y de una generosidad particular, en la que tenemos nosotros, poco a poco que ir trabajando.

Para ello es necesaria una muy seria penitencia interior. Una penitencia que no se quede simplemente en el hecho de que no comamos carne o que ayunemos algunos días. Es una penitencia que va mucho más allá de los detalles, de los sacrificios concretos exteriores. Es una penitencia que tiene que abarcar toda nuestra vida, toda nuestra personalidad, porque precisamente es la penitencia la que forja el alma, la que construye el alma. No son las concesiones las que van a hacer de nuestra alma un alma aceptable a Dios, va a ser la penitencia la que va a hacer de nuestra alma, un alma entregada a Dios.

¿Cómo es esta penitencia interior? Es una penitencia que tiene que acabar todas nuestras dimensiones, toda nuestra persona, nuestros pensamientos, nuestra inteligencia, nuestros afectos, nuestra voluntad, nuestra libertad. ¿Hasta qué punto nos hemos planteado alguna vez la auténtica penitencia del alma, la auténtica exigencia interior de ir probando nuestra alma, para ver si está lista a resistir las pruebas para ser fieles a Dios?.

La penitencia del alma, la purificación interior de nuestros sentimientos, de nuestra voluntad de nuestra inteligencia, de nuestros afectos, de nuestra libertad para ponerla totalmente de cara a Dios. La base de la penitencia del alma, es la confianza absoluta en Dios. No se basa simplemente en los actos que nosotros realizamos, de sacrificio o de renuncia interior, se realiza sobre todo, apoyada en la confianza en Dios.

Que esta Cuaresma nos permita introducirnos un poco en este camino, en búsqueda interior del encuentro con Cristo; en esfuerzo interior por encontrarnos con el Señor, conscientes de que no hay otro camino sino es el de aprender a hacer de nuestra alma, un alma que busca, sabiendo que va a encontrar. Un alma que toca, sabiendo que le van a abrir.

Forjemos nuestra alma a través de la oración, del sacrificio y de la purificación interior, para encontrar siempre, en todo lo que Dios nos da, al Padre Bueno que da cosas buenas a quienes se las piden.

CALENDARIO DE CUARESMA

RINDETE







No esperes más pruebas
Dios te ama,
déjale hacer.

martes, 11 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



“Vosotros rezad así”

Después del amor -el servicio concreto a los demás- la segunda consigna es: orar.
Después de la página evangélica de ayer, encarada toda ella hacia la "vida" concreta y a la "acción" práctica, Jesús nos recuerda hoy una dimensión esencial de toda vida profunda: la oración.
Para esta cuaresma, ¿he previsto dedicar más tiempo a la oración... más tiempo de Io acostumbrado?

-Cuando recéis, no uséis muchas palabras...
Primera consigna: no charlotear, no chacharear, no acumular palabras... Jesús nos invita a la simplicidad, a la interioridad, al silencio. Uno puede orar sin decir palabras, simplemente saboreando la presencia de Dios, permaneciendo "ante El" así, sin más. ¡Tú estás ahí! Yo estoy contigo.

-Como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso.
Evidentemente los paganos tienen también auténticas plegarias.
Pero la tendencia del paganismo, que es también la nuestra es tratar de "tener a Dios en la mano" de "forzar su decisión": por la abundancia de ritos mágicos, por su insistencia, piensan tener derecho a obtener lo pedido... "dando, dando" ... Piensan: yo he hecho todo lo necesario, Tú debes atender mi súplica.

-No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta.
La imagen del verdadero Dios, tan opuesta a la de los "falsos dioses", es simple y emocionante: es "¡vuestro Padre!" Antes de abrir vuestra boca, sabe todo lo que vais a pedirle.
No son necesarias muchas palabras, cuando se es amado: se adivina con medias palabras... Cuando empiezo una plegaria, Dios, mi Padre, ya está allí. Me esperaba, sus oídos atentos, su mirada de amor... como un padre amoroso, como una madre amorosa...

-Vosotros rezad así: Padre nuestro...
Hay que repetirlo porque es verdad: Jesús ha usado aquí la palabra hebrea "abba". Es la palabra más familiar de la lengua hebrea, la que los niños usan al echarse en brazos de su padre: algo así como "¡papaíto querido!" Siempre tenemos tendencia a volver a las concepciones filosóficas, o "religiosas" sobre Dios: el ¡Ser supremo! aquel con quien debemos congraciarnos.

-Que estás en los cielos... santificado sea tu nombre...
La proximidad natural del niño con su padre no le quita una cierta reverencia, un cierto respeto. Este Padre, tan cercano y tan amoroso, es también el "muy santo', el "perfecto": permanecemos admirados delante de El, es tan grande. Y deseamos que nuestro Padre sea admirado, que su Nombre de Padre sea reconocido y "santificado".

-Venga a nosotros Tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo...
La "vida" de este Padre, su "santidad", ha sido comunicada, y nuestra plegaria esencial es ésta: que los hombres, sobre la tierra, reconozcan al Padre... que su proyecto de amor se realice. Lo que Dios quiere, lo que el Padre quiere, ¿qué es?

-Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal
El pan... el perdón de nuestros pecados... la victoria sobre el mal... Hay que volver a considerar a menudo cada una de estas fórmulas.
¿A quién he de perdonar para realizar el "reino" de Dios, su proyecto? ¿Qué forma concreta toma, para mí, la lucha contra el mal.

CALENDARIO DE CUARESMA

ORA




Reza el Padre Nuestro
como si fuese la primera vez.

lunes, 10 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA


LUNES DE LA PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

“Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”

Para la caridad que debemos tener hacia el prójimo Jesús da este motivo: él mismo se identifica con las personas que encontramos en nuestro camino.

Hacemos o dejamos de hacer con él lo que hacemos o dejamos de hacer con los que nos rodean.

Es una de las páginas más incómodas de todo el evangelio. Una página que se entiende demasiado. Y nosotros ya no podremos poner cara de extrañados o aducir que no lo sabíamos: ya nos lo ha avisado él.

Desde los primeros compases del camino cuaresmal, se nos pone delante el compromiso del amor fraterno como la mejor preparación para participar de la Pascua de Cristo.

Es un programa exigente. Tenemos que amar a nuestro prójimo: a nuestros familiares, a los que trabajan con nosotros, a los miembros de nuestra comunidad religiosa o parroquial, sobre todo a los más pobres y necesitados.

En la Eucaristía, con los ojos de la fe, no nos cuesta mucho descubrir a Cristo presente en el sacramento del pan y del vino. Nos cuesta más descubrirle fuera de misa, en el sacramento del hermano. Pues sobre esto va a versar la pregunta del examen final. Al Cristo a quien hemos escuchado y recibido en la misa, es al mismo a quien debemos servir en las personas con las que nos encontramos durante el día.

Será la manera de preparar la Pascua de este año: «anhelar año tras año la solemnidad de la Pascua, dedicados con mayor entrega a la alabanza divina y al amor fraterno», (prefacio I de Cuaresma).

Será también la manera de prepararnos a sacar buena nota en ese examen final. «Al atardecer de la vida, como lo expresó san Juan de la Cruz, seremos juzgados sobre el amor»: si hemos dado de comer, si hemos visitado al que estaba solo. Al final resultará que eso era lo único importante.

CALENDARIO DE CUARESMA

ATIENDE






Atiende hoy
a las necesidades de los demás,
no sólo a las propias.

sábado, 8 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



“No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores”

La cuaresma es un tiempo precioso, para enderezar nuestra vida hacia Dios. Todos de alguna u otra manera le hemos negado algo a Dios. El tiempo de cuaresma nos ayuda a responder con alegría y prontitud, como Mateo, a la llamada a la santidad que Dios nos hace. La santidad, es algo que Dios quiere para todos, no sólo los consagrados a Él deben ser santos. Dios sigue invitando cada día a responder generosamente a su llamado de amarle sobre todas las cosas. Aprovechemos este tiempo, para enfocar nuestra vida hacia Él, tomándonos de su mano misericordiosa.

Haré una visita a Cristo Eucaristía, renovándole mi amor sobre todas las cosas.

Jesús mío, gracias por acercarte a mí, que tantas veces te fallo; abre mi corazón y llénalo de tu amor. Que en esta cuaresma haga la experiencia de tu amor, que te llevó a cargar la cruz por mí. Que tu sangre, me mueva a amarte más, a ponerte en el centro de mi vida. Y que cada día responda un "sí" generoso a seguir tu Voluntad.

CALENDARIO DE CUARESMA

ESCUCHA



Jesús te habla continuamente
a través de la Palabra
y de los demás
¿Estas atento?

viernes, 7 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



El ayuno que Dios quiere

“Los criterios inmediatistas y eficientistas poco a poco han invadido nuestra cultura. El máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo, la inmolación del esfuerzo, del tiempo, de valores profundos y hasta de afectos vitales en vistas a un objetivo de corta duración que se presenta como plenificante en lo social o económico. De esta filosofía de vida, casi aceptada universalmente, no está exenta la vida de fe de los cristianos. Si bien la fe del discípulo se afianza y crece en el encuentro con Jesús vivo, que llega a todos los rincones de la vida y se nutre en la experiencia de ponerse de cara al evangelio para vivirlo como buena noticia que ilumina el andar cotidiano, podemos correr el riesgo de mirarlo de “reojo” y quedarnos sólo con una parte.

Hace algunos domingos, después de pronunciar el Sermón del monte, Jesús nos dijo “para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos”. Frente a esta palabra tan determinante podemos conformarnos con hacer algunas buenas obras y darnos por satisfechos. La propuesta del Señor es más ambiciosa. Nos propone un obrar “desde la bondad” que tiene su raíz en la fuerza del Espíritu que se derrama dinámicamente como don de amor para todo nuestro vivir. No se trata solamente de hacer obras buenas, se trata de obrar con bondad. Estamos en la puerta de la cuaresma y la tentación que podemos tener es la de reducirla a ciertas buenas prácticas que finalizan en la pascua, desperdiciando el caudal de gracia que puede significar este tiempo de conversión para toda nuestra vida.

Nuestro ayuno cuaresmal puede ser rutinario y llegar a ser un gesto maniqueo más que profético consistente en «cerrar la boca», porque la materia y los alimentos son impuros: cuando el ayuno que Dios quiere es partir el propio pan con el hambriento; privarnos no sólo de lo superfluo, sino aún de lo necesario para ayudar a los que tienen menos; dar trabajo al que no lo tiene curar a los que están enfermos en su cuerpo o en su espíritu; hacernos cargo de los que sufren el azote de la droga o ayudar a prevenir la caída de tantos; el denunciar toda injusticia; el trabajar para que tantos, especialmente chicos en la calle, dejen de ser el paisaje habitual; el dar amor al que está solo y no sólo al que se nos acerca.

No creamos que es el comer o el ayunar lo que importa. Lo que hace verdadero el ayuno es el espíritu con que se come o se ayuna. Si pasar hambre fuera una bendición, serían benditos todos los hambrientos de la tierra y no tendríamos porque preocuparnos. «Ningún acto de virtud puede ser grande si de él no se sigue también provecho para los otros... Así pues, por más que te pases el día en ayunas, por más que duermas sobre el duro suelo, y comas ceniza, y suspires continuamente, si no haces bien a otros, no haces nada grande». San Juan Crisóstomo

Jesús ayunó según la tradición de su pueblo pero también compartió la mesa de ricos y pobres, de los justos y pecadores. (Mt. ll,l9).

Ayunemos desde la solidaridad concreta como manifestación visible de la caridad de Cristo en nuestra vida. Así tiene sentido nuestro ayuno como gesto profético y acción eficaz. Así cobra sentido nuestro ayunar para que otros no ayunen. Ayunar es amar.

Necesitamos vivir la profundidad de no darle tanta importancia a la comida de la que nos privamos sino a la comida que posibilitamos a un hambriento con nuestras privaciones. Que nuestro ayuno voluntario sea el que impida tantos ayunos obligados de los pobres. Ayunar para que nadie tenga que ayunar a la fuerza.

Iniciando la cuaresma, benditos sean estos cuarenta días si nos entrenan el corazón en la actitud permanente de partir y repartir nuestro pan y nuestra vida con los más necesitados. Nuestro ayuno no puede ser dádiva ocasional sino una invitación a crecer en la libertad por la cual experimentamos que no es más feliz el que más tiene, sino el que más comparte porque ha entrado en la dinámica del amor gratuito de Dios.

Estamos en un tiempo marcado por la misión, no como gesto extraordinario sino como un modo de ser Iglesia en Buenos Aires. Cada gesto pastoral deseamos que no se agote en sí mismo sino que marque una brecha, genere una actitud que permanezca. En esta línea, queremos que el gesto solidario de cuaresma que realizamos desde hace ya varios años, nos permita rubricar el anuncio de la buena noticia, de que por el bautismo somos una familia que siente y vive como propias las angustias y dolores de todos, y todos los días del año.

Quiero agradecerles todo lo que se ha podido realizar a través de los gestos solidarios de los años anteriores y los animo a que la caridad viva sea el signo que acredite nuestras palabras de anuncio del Reino.

Que Dios los bendiga y le regale una Santa Cuaresma vivida den el amor de Dios por su pueblo.” (Cardenal Jorge Mario Bergoglio)

 

CALENDARIO DE CUARESMA

NO TE TRAICIONES


 
 
 







Que lo que digas y lo que hagas,
sean reflejo de lo mismo:
el Amor de Dios.

jueves, 6 de marzo de 2014

CAMINO HACIA LA PASCUA



“Y dirigiéndose a todos, dijo: El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo.” (Lc 9,23)

La Cuaresma es tiempo de renovación cristiana, de reemprender el camino iniciado por nuestro bautismo, de dar, en el seguimiento de Cristo, un nuevo paso a una mayor perfección cristiana.

Morir a uno mismo es requisito para vivir la vida de la gracia.

“Tomar la cruz significa comprometerse para vencer el pecado que obstaculiza el camino hacia Dios, aceptar diariamente la voluntad del Señor, aumentar la fe sobre todo ante los problemas, las dificultades y el sufrimiento.” (Bendicto XVI, Ángelus, 20 – 06 – 2010)

CALENDARIO DE CUARESMA

IDENTIFICA


 
 
 
 
¿Quién es Jesús en tú vida?
¿Sigue siendo el mismo de siempre?

miércoles, 5 de marzo de 2014

CALENDARIO DE CUARESMA

A modo de calendario iremos ofreciendo a lo largo de esta cuaresma distintas virtudes, aptitudes, gestos que te invitamos a vivir a lo largo de estos cuarenta días.

HUMILDAD
 
 
 
 
Escucha hoy las opiniones de los demás,
considerándolas tan valiosas como las tuyas propias.


CAMINO HACIA LA PASCUA


MIERCOLES DE CENIZA

 
No quisiera que tu fueras uno más de esos “cristianos” que hacen las cosas sin saber porqué. He visto que para gente de muchos lugares, el “Miércoles de Ceniza” es una fecha mágica.

Para algunos la ceniza es cosa de superstición, de suerte. Si no se la ponen piensan que alguna cosa mala les sucederá.

Para otros la ceniza no sólo sirve para alejar el mal sino también para atraer el bien. Es una especie de “amuleto de la buena suerte”. Por eso insisten en que se la ponga hasta los niños pequeños.

Para otros es la oportunidad de presumir; de igual forma que presumen de un vestido o un reloj quieren presumir su cruz... Por eso buscan la Iglesia donde les hagan más bonita su cruz...

Y algunos otros van “por si las moscas”. No saben lo que es, pero…

Para evitar que cualquiera de las razones anteriores te muevan a ponerte la ceniza sobre tu cabeza, te presento a continuación su significado.

Cada año celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Pero no se trata nada más de recordar lo que pasó, sino vivirlo con Él.

¿Y por qué la ceniza?

Porque era una forma que en la antigüedad servía para reconocer que el hombre sin Dios es como el Polvo. Que el hombre sin Dios cuando muere se vuelve polvo y no resucita a la vida eterna.

Las personas se ponían un “sayal”, es decir, un vestido corriente y áspero, y sobre su cabeza se ponían la ceniza. Le pedían a Dios y a todos sus semejantes que les perdonaran sus ofensas y que hicieran oración por ellos para que en este tiempo de Cuaresma, que hoy comenzamos, pudieran cambiar a una vida mejor.

Por eso cuando nos ponemos la Ceniza el Sacerdote nos dice: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. o también: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Y si acaso nosotros mismos nos ponemos la ceniza decimos: Muero con Cristo para resucitar con Él.

+es signo del arrepentimiento de nuestros pecados.....

+es inicio de un cambio, de un esfuerzo por mejorar....

+nos recuerda que el hombre sin Dios es “polvo”....

+...y que el hombre con Dios tiene ya “Vida Eterna”.

+nos indica que si Cristo vivió y murió por nosotros, también nosotros debemos vivir sirviendo a quienes nos rodean hasta entregar la vida por ellos...

+nos prepara para alegrarnos por la Resurrección de Cristo, ya que también resucitaremos con Él..

Si aceptas todo esto ponte un poco de ceniza en tu cabeza...