"He aquí la serva del Señor" (Lc 1, 26-38)
Hoy recordamos la fiesta de la Anunciación en nuestro camino cuaresmal.
Reconocemos que Dios quiere encontrarse con nosotros. Aquí, en nuestra humanidad. En lo concreto de nuestra vida. Para compartir totalmente nuestra condición humana.
Basta que cada uno de nosotros le abra la puerta. Como María, que dijo "si".
Quiero aprender con María a decir "si".
Para hacerte sitio en mi vida.
Para que se obre en mí tu salvación.
Para que tú vengas a mi vida, me cures de mi dolor y de mi pecado...
Entonces tu luz y tu bondad comenzarán a brillar en mis gestos.
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