martes, 13 de diciembre de 2011

PALABRA DE VIDA

III DOMINGO DE ADVIENTO – CICLO B


Lectura del santo evangelio según san Juan 
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: -«¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: -«Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: -«No lo soy.»
-«¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: -«No.»
Y le dijeron: -«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: -«Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: -«Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: -«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor
Busca la LUZ… ¡Sé su TESTIGO
¡Necesitamos luz!
En el evangelio de hoy, Juan Bautista anuncia a Jesús como LA LUZ que viene a iluminar el mundo. Y Juan se proclama a sí mismo  “testigo de la luz”.
En Adviento ¡BUSCAD la LUZ, que es Jesús!…
Jesús es la única Luz que puede encender nuestra mecha.
La Luz de Jesús es la única que vence la muerte, nos cambia, elimina los odios…
En Adviento ¡SED TESTIGOS de la LUZ, que es Jesús!…
¿Dónde vas a buscar la Luz? ¿Cómo? ¿Serás su testigo?
¡Busca al que es la Luz y testimóniale!
-Esfuérzate en buscar la luz de Jesús en…
¡Ayúdanos, Señor, a llevar tu luz!
 El Mesías va a llegar:
quiere compartir nuestra vida, llenarnos con su luz.
Juan Bautista se define como el mensajero de Dios,
su voz, el que va delante anunciándole.
Señor, también nosotros
queremos ser los portavoces de Dios,
los que acercamos a los nuestros a Jesús,
queremos transmitir a los demás la fe,
queremos ser pequeñas luces de ilusión y esperanza.
Haznos testigos valientes del evangelio,
que hablan desde el silencio y la verdad de Dios,
que irradian sabiduría, sencillez y paz,
que sin pronunciar muchas palabras, hable la vida.
Ven Señor Jesús,
enciende en nosotros tu luz
para que seamos tu voz, tus mensajeros,
tus testigos en este mundo tan necesitado de Dios.


jueves, 8 de diciembre de 2011

PALABRA DE VIDA

INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARIA.


Lectura del santo evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor


“Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”
Ojala entendamos como María que servir es reinar. Dios no es un amo que esclavice, sino que libera. Sometiéndose al querer de Dios, como lo haría después su Hijo, se hace verdaderamente libre.
o que Dios quiere de ti es eso, que seas libre, que te liberes de todo tipo de ataduras, que crezcas en el amor.
La verdadera libertad no es la que deja guiar por el capricho o el egoísmo, sino por la fidelidad y el servicio.

Queremos fijarnos en ti, María, la Madre del Adviento, para aprender la manera de recibir a Jesús.
Tú eres nuestra Madre y nuestro modelo.
Nos enseñas a decir: ¡Ven, Jesús!.
Nos enseñas a decir: Sí, hágase tu deseo en mí.
Nos enseñas a guardar la Palabra en el corazón.
Nos enseñas a superar el pecado que es negación.
Nos enseñas a creer y esperar.
Nos enseñas a vivir en el servicio y la entrega.
Gracias por tu sí, María, gracias por tu ejemplo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

PALABRA DE VIDA

II DOMINGO DE ADVIENTO – CICLO B

Lectura del santo evangelio según san Marcos

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.
Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Palabra del Señor

Ponte en camino… ¡Limpia, CAMBIA!
¡Prepara el camino!
Llevamos ya una semana de adviento, vigilando, ATENTOS a Jesús que va a nacer.
En el evangelio de hoy, aparece el personaje de Juan Bautista que decía: “Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos”. ¿Qué nos quiere decir?
¡Preparad el camino!... poneos en camino, en marcha hacia El.
¡Cambiad!... Meted el ”quita-pecados” en el corazón.
¡Limpiad!... Dejad que entren en vosotros las actitudes, los valores de Cristo y retirad los que no lo son.
¡Imitad a María, la Inmaculada, la mujer del Sí a los planes de Dios.
¿Qué debes retirar o limpiar?
¡Limpia, cambia!
Esfuérzate en limpiar o cambiar los obstáculos que impiden el nacimiento de Jesús en tu vida y en tu corazón.

Ayúdame, Señor, a cambiar.
Necesito descubrir que hay de pecado en mí vida, que muchos de mis criterios y actitudes no se parecen en nada a los tuyos.
Ven, Señor Jesús, cambia mi vida, renueva mi corazón.