LÁNZATE YA!!!
viernes, 28 de noviembre de 2014
jueves, 27 de noviembre de 2014
TODA VIDA IMPORTA
CRESCENDO
"Espero que esta historia toque muchos corazones y les anime a convertirse en la voz de aquellos que no tienen voz, les anime a defender a aquellos que no se pueden defender, y les anime a proteger la vida de los más inocentes, de los más vulnerables, de los más pequeños, los bebes no nacidos" (Eduardo Verástegui)
"El ser humano corre el riesgo de ser reducido a un mero engranaje de un mecanismo que lo trata como un simple bien de consumo para ser utilizado, de modo que – lamentablemente lo percibimos a menudo –, cuando la vida ya no sirve a dicho mecanismo se la descarta sin tantos reparos, como en el caso de los enfermos, los enfermos terminales, de los ancianos abandonados y sin atenciones, o de los niños asesinados antes de nacer." (Francisco, Discurso al Parlamento Europeo, 25 de Noviembre de 2014)
martes, 25 de noviembre de 2014
viernes, 21 de noviembre de 2014
domingo, 16 de noviembre de 2014
PALABRA DE VIDA
DOMINGO 33 DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A
Lectura
del santo evangelio según san Mateo
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de
viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó
cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su
capacidad; luego se marchó.
El que
recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco.
El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió
uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de
mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas
con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros
cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco."
Su señor
le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel
en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."
Se acercó
luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me
dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien.
Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un
cargo importante; pasa al banquete de tu señor."
Finalmente,
se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a
esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en
el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses.
Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará
y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese
empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el
rechinar de dientes."»
Palabra del Señor
“La (parábola) de los talentos, nos hace
reflexionar sobre la relación entre cómo empleamos los dones recibidos de
Dios... Conocemos bien la parábola: antes de su partida, el señor entrega a
cada uno de sus siervos algunos talentos para que se empleen bien durante su
ausencia. Al primero le da cinco, al segundo dos y al tercero uno. En el
período de ausencia, los primeros dos siervos multiplican sus talentos,
mientras que el tercero prefiere enterrar el suyo y devolverlo intacto al
señor. A su regreso, el señor juzga su obra: alaba a los dos primeros, y el
tercero es expulsado a las tinieblas, porque escondió por temor el talento,
encerrándose en sí mismo. Un cristiano que se cierra en sí mismo, que oculta
todo lo que el Señor le ha dado, es un cristiano... ¡Es un cristiano que no
agradece a Dios todo lo que le ha dado! Esto nos dice que la espera del retorno
del Señor es el tiempo de la acción —nosotros estamos en el tiempo de la acción—,
el tiempo de hacer rendir los dones de Dios no para nosotros mismos, sino para
Él, para la Iglesia, para los demás; el tiempo en el cual buscar siempre hacer
que crezca el bien en el mundo. Y en particular hoy, en este período de crisis,
es importante no cerrarse en uno mismo, enterrando el propio talento, las
propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales, todo lo que el Señor
nos ha dado, sino abrirse, ser solidarios, estar atentos al otro…
Apostad por ideales grandes, esos ideales
que ensanchan el corazón, los ideales de servicio que harán fecundos vuestros
talentos. La vida no se nos da para que la conservemos celosamente para
nosotros mismos, sino que se nos da para que la donemos. ¡Tened un ánimo
grande! ¡No tengáis miedo de soñar cosas grandes!.” (Francisco, Audiencia
General, 24/abril/2013)
viernes, 7 de noviembre de 2014
PALABRA DE VIDA
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN
Lectura del santo evangelio según san Juan (2, 13-22)
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y
encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del
templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó
las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -«Quitad esto de aquí; no
convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu
casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: -«¿Qué signos
nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: -«Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré».
Los judíos replicaron: -«Cuarenta y seis años ha costado construir
este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había
dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Palabra
del Señor
“Queridos
hermanos y hermanas:
La
liturgia nos invita a celebrar hoy la Dedicación de la basílica de San Juan de
Letrán, llamada "madre y cabeza de todas las Iglesias de la urbe y del
orbe". En efecto, esta basílica fue la primera en ser construida después
del edicto del emperador Constantino, el cual, en el año 313, concedió a los
cristianos la libertad de practicar su religión. Ese mismo emperador donó al
Papa Melquíades la antigua propiedad de la familia de los Laterani, y allí hizo
construir la basílica, el baptisterio y patriarquio, es decir, la residencia
del Obispo de Roma, donde habitaron los Papas hasta el período aviñonés. El
Papa Silvestre celebró la dedicación de la basílica hacia el año 324, y el
templo fue consagrado al Santísimo Salvador; sólo después del siglo VI se le añadieron
los nombres de san Juan Bautista y san Juan Evangelista, de donde deriva su
denominación más conocida. Esta fiesta al inicio sólo se celebraba en la ciudad
de Roma; después, a partir de 1565, se extendió a todas las Iglesias de rito
romano. De este modo, honrando el edificio sagrado, se quiere expresar amor y
veneración a la Iglesia romana que, como afirma san Ignacio de Antioquía,
"preside en la caridad" a toda la comunión católica.
En esta
solemnidad, la Palabra de Dios recuerda una verdad esencial: el templo de
ladrillos es símbolo de la Iglesia viva, la comunidad cristiana, que ya los
apóstoles san Pedro y san Pablo, en sus cartas, consideraban como
"edificio espiritual", construido por Dios con las "piedras
vivas" que son los cristianos, sobre el único fundamento que es
Jesucristo, comparado a su vez con la "piedra angular".
"Hermanos: sois edificio de Dios", escribe san Pablo, y añade:
"El templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros". La belleza y
la armonía de las iglesias, destinadas a dar gloria a Dios, nos invitan también
a nosotros, seres humanos limitados y pecadores, a convertirnos para formar un
"cosmos", una construcción bien ordenada, en estrecha comunión con
Jesús, que es el verdadero Santo de los Santos.
Esto
sucede de modo culminante en la liturgia eucarística, en la que la ecclesia, es decir, la comunidad de los
bautizados se reúne para escuchar la Palabra de Dios y alimentarse del Cuerpo y
la Sangre de Cristo. En torno a esta doble mesa la Iglesia de piedras vivas se
edifica en la verdad y en la caridad, y es plasmada interiormente por el
Espíritu Santo, transformándose en lo que recibe, conformándose cada vez más a
su Señor Jesucristo. Ella misma, si vive en la unidad sincera y fraterna, se
convierte así en sacrificio espiritual agradable a Dios.
Queridos
amigos, la fiesta de hoy celebra un misterio siempre actual: Dios quiere
edificarse en el mundo un templo espiritual, una comunidad que lo adore en
espíritu y en verdad. Pero esta celebración también nos recuerda la importancia
de los edificios materiales, en los que las comunidades se reúnen para alabar
al Señor. Por tanto, toda comunidad tiene el deber de conservar con esmero sus
edificios sagrados, que constituyen un valioso patrimonio religioso e
histórico. Por eso, invoquemos la intercesión de María santísima, para que nos
ayude a convertirnos, como ella, en "casa de Dios", templo vivo de su
amor.” (Benedicto XVI, Ángelus, Domingo 9 de noviembre de 2008)
EL EVANGELIO EN IMAGENES
LA PURIFICACIÓN DEL TEMPLO
Lectura del santo evangelio según san Juan (2, 13-22)
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y
encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del
templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó
las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -«Quitad esto de aquí; no
convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu
casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: -«¿Qué signos
nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: -«Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré».
Los judíos replicaron: -«Cuarenta y seis años ha costado construir
este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había
dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
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