EVANGELIO DEL DÍA (Mt 5, 17-19)
"No creáis que he venido a abolir la
Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud."
«La plenitud de la Ley es el amor», escribe san Pablo.
Quizás no es casualidad que la primera gran predicación de Jesús
se llame «Sermón de la montaña». Moisés subió al monte Sinaí para recibir la
Ley de Dios y llevarla al pueblo elegido. Jesús es el Hijo de Dios que
descendió del cielo para llevarnos al cielo, a la altura de Dios, por el camino
del amor. Lo único que debemos hacer es
seguirle, para poner en práctica la voluntad de Dios y entrar en su reino, en
la vida eterna. Una sola criatura ha llegado ya a la cima de la montaña: la
Virgen María. Gracias a la unión con Jesús, su justicia fue perfecta: por esto
la invocamos como Speculum
iustitiae. Encomendémonos a ella, para que guíe también nuestros pasos en
la fidelidad a la Ley de Cristo.
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