EL LAVATORIO (TINTORETTO). ESCENA
EVANGELIO DEL
DÍA (Mt 23, 1-12)
«El
primero entre vosotros será vuestro servidor.
El
que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables, son un
único mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de Dios, que nos ha
amado primero. Cuántas veces pequeños gestos de amistad y buena voluntad,
gestos sencillos y cotidianos de respeto, atención al que sufre o entrega
desinteresada al bien de los demás, hacen entrever el amor sin límites de Dios
por todos y por cada uno.
“Señor, estamos subiendo a Jerusalén, estamos
caminando hacia la Pascua. Quiero recorrer este camino contigo. Sé que vas a
entregar tu vida por mí en la cruz, por eso te pido que me enseñes a entregar
mi vida, en las cosas pequeñas, por los demás.”
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