EVANGELIO DEL DÍA (Mt 5, 20-26)
Un primer paso en el
camino hacia la reconciliación es rogar por nuestros enemigos. Si se nos hace difícil, entonces, sería
bueno recordar y revivir en nuestra imaginación a Jesucristo muriendo por aquellos que nos disgustan.
Si hemos sido dañados por otros, roguemos para que cicatrice el doloroso recuerdo
y para conseguir la gracia de poder perdonar. Y, a la vez que rogamos, pidamos
al Señor que retroceda con nosotros en el tiempo y lugar de la herida
—reemplazándola con su amor— para que así seamos libres para poder perdonar.
En palabras de
Benedicto XVI, "si queremos presentarnos ante Él,
también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros. Por eso,
es necesario aprender la gran lección del perdón: no dejar que
se insinúe en el corazón la polilla del resentimiento, sino abrir el corazón a
la magnanimidad de la escucha del otro, abrir el corazón a la comprensión, a la
posible aceptación de sus disculpas y al generoso ofrecimiento de las
propias".
(Fuente: Evangeli.net)
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