"... los amó hasta el fin." (Jn 13, 1-15)
Jesúa no enseña a ser equilibrado, moderado, sensato.
El amor que Jesús vive, ofrece y propone es desequilibrado, ilimitado.
Da todo sin esperar nada a cambio.
Hoy, en la Última Cena, queda definido lo que es el amor.
En el gesto de lavar los pies, en su Cuerpo ofrecido en la Eucaristía, Jesús define su posición: la medida del amor es amar sin medida.
Cuando me siento a tu mesa, descubro que tú estás ahí para mí.
Oigo tu voz que me dice:
Venid a mí todos los heridos por la vida, los cansados y oprimidos por intereses mezquinos, los que lloráis, los que estáis desanimados.
A todos nosotros, tú nos ofreces el Pan y el Vino que son tu vida ofrecida.
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