SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA.
“Lectura del santo evangelio según san Mateo:
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.”
La respuesta de José estuvo siempre marcada por dos cosas importantes, la fe y la humildad.
La fe lo lleva a confiar plenamente en el Señor. Aquí estoy, Señor. No le discute nada. No le regatea. Se entrega todo y del todo, en lo grande y en lo pequeño.
La humildad. José camina por la vida sencillo y respetuoso. Nunca aparece en primer plano. Se oculta para que los demás brillen. (Rafael Prieto Ramiro, Hoy…estoy a tu puerta y llamo, Madrid, enero 2011)
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