LA FLAGELACIÓN DE CRISTO.
Señor, Dios nuestro, que para redimir al género humano, caído por el engaño del demonio, has asociado los dolores de la Madre a la pasión de tu Hijo; concédenos a quienes meditamos estos misterios que, despojados de la triste herencia del pecado, nos revistamos de la luminosa novedad de Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario