Conclusión del santo evangelio según san Mateo:
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»Lectura del santo evangelio según san Juan:
Jesús se despide de sus apóstoles y les recuerda la síntesis del su Evangelio. Primero el mandato: id y haced discípulos. Y acaba con una promesa: yo estoy con vosotros. Comenzó su vida como Enmanuel-Dios con nosotros y la acaba prometiendo quedarse con nosotros; acentuando con firmeza: todos los días y hasta el fin del mundo. No puede ser más contundente.
Y los discípulos quedan marcados. Al llegar a Galilea y ver a Jesús, nadan entre la duda y el gozo, entre la vacilación y la adoración. Seguían siendo muy humanos. Como tantos hombres y mujeres de hoy: con tantas ganas de Dios, y tan metidos en la incertidumbre y los porqués. Con todo, los apóstoles pasan del Maestro escuchado al Señor adorado; todo era muy nuevo, tras la resurrección. Por eso, Jesús les mandó: “Seréis mis testigos”. Es que en ellos seguían, sí, muchas dudas, pero les acompañaba una garantía segura: “Estoy con vosotros”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario